Al pensar en la idea de editar un libro uno a veces solo se imagina que debe
tratarse de una novedad, algo nuevo que todavía no se ha editado o siquiera
escrito. Al menos así fue en mi caso. Sin embargo, fue bueno aprender sobre la
posibilidad de “revivir sobrevivientes”.
Como editores podemos darle nueva vida a archivos recuperados pero nunca
editados, o a archivos que sí fueron
editados hace mucho tiempo pero que, desde una nueva edición, podemos enriquecer
dándole un valor agregado que mejore claramente sus ediciones anteriores.
En lo que respecta a la producción, podemos mejorar la calidad del libro, el
diseño y los elementos paratextuales.
También podemos llevar a cabo traducciones de antiguas obras ya que es una
forma de recuperarlas y salvarlas del olvido; darle nueva vida en otro mercado
o en el mismo pero para un público renovado. A la inversa, también podríamos
traducir nuestras obras para lanzarlas en nuevos mercados donde consideremos
que tenemos lectores que podrían estar interesados en la misma.
Otras posibilidades que vienen a mi mente son trabajos escritos como tesis,
tesinas, ensayos y trabajos de investigación que puedan ser la base para un
manuscrito de un proyecto editorial que sea transmitido a otro tipo de lectores
para los que se había pensado.
Cuando menciono “otro tipo de lectores” me refiero a que, por ejemplo, una
tesis pudo haber sido pensada solo para ser leída por profesores pero con su
recuperación y una nueva edición el segmento de lectores puede ampliarse y/o enriquecerse
con un buen paratexto y/o producirse aumentando su calidad en lo que respecta a
materiales.
Y otro tipo de recuperación actual que considero importante es la digital.
El archivo de un original pensado para la producción en papel puede ser utilizado
para la producción de e-books, e-pubs o para una edición disponible online.
Estos nuevos formatos permiten transmitir el libro o proyecto por otras vías a
otro tipo de lectores y a otros mercados internacionales. Incluso se pueden
evaluar las bondades que la edición electrónica tiene para las nuevas campañas
de marketing y aprovechar la viralidad de la información a través de las redes
sociales. Asimismo, enriquecer la obra con imágenes audiovisuales que puedan
completar la experiencia.
Entonces considero que debo (debemos) investigar sobre libros antiguos o
fuera de circulación, en nuestro idioma o en otro, y revisar nuestros antiguos
catálogos para repensar nuestras ediciones y verificar la posibilidad de
reeditarlos.
Se trata, entonces, de darles una nueva oportunidad o, incluso, más de una.
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