A grandes rasgos, resumiré ideas del capítulo 1 de Gestión de proyectos editoriales. Cómo encargar y contratar libro, "Cómo se elige lo que se publica", de Gill Davies, que son, en mi opinión, interesantes para recordar.
En principio, la afirmación de que existe un patrón probado para la mayoría de los libros. Es decir que muchos editores trabajan en el contexto de un catálogo, y con conocimientos acumulados sobre lo que es apropiado publicar dentro del mismo.
Por otro lado, las distintas actividades que los editores realizan para desarrollar proyectos editoriales: buscan de manera activa a autores con trayectoria y les presentan buenas ideas para próximos libros; identifican temas; discuten con colegas y autores para crear nuevas ideas; buscan publicaciones que puedan servirles como base para proyectos más ambiciosos; entre otras acciones.
En cuanto al contexto en el que se eligen los proyectos, los editores deben conocer los intereses y necesidades de los lectores; agudizar el ojo y el instinto, para conocer el estado del mercado: leer publicaciones especializadas, revistas de divulgación o diarios nacionales; contactarse regularmente con agentes literarios; asistir a conferencias; estudiar los catálogos de otras editoriales; leer reseñas; asistir a "eventos" literarios; recorrer universidades y escuelas; visitar librerías con representantes de ventas; establecer contactos regulares con asociaciones de profesionales y realizar investigaciones de mercado.
Respecto de la evaluación de libros y proyectos, es útil solicitar a los autores una presentación con la siguiente información: una descripción general del tema y una detallada de cada capítulo, la extensión del libro y el tiempo requerido, la evaluación del público, razones por las que el libro será atractivo, evaluación de fortalezas y debilidades respecto de la competencia, y calificaciones del autor. De esta forma, el autor se replanteará el potencial de ventas de su libro.
Independientemente de este "formulario", también es fundamental analizar cualquier otro documento que el autor otorgue: cartas de presentación y propuestas con deficiencias pueden ayudarnos a detectar que el proyecto debe revisarse o suspenderse.
También se debe tener en cuenta que, incluso con un libro listo para ser publicado, existen factores que influyen en la decisión de publicar. Estar convencidos de que la tirada es sustentable es uno de los requisitos fundamentales para ello. Pero toda acción relacionada con el cálculo de la tirada debe ser justificada, o se perderá la confianza de los colegas. La eficacia de un editor se mide por la eficacia de su última predicción; y las librerías de saldos reflejan malas predicciones o malos análisis del mercado.
Por ello, también es preciso estar seguros de que los temas sobre los que se publicará un libro no son solo éxitos momentáneos.
En cuanto a la relación y la comunicación profesional en una primera etapa, la debilidad, la falta de firmeza, el entusiasmo exagerado, la falta de objetividad o demasiada cercanía del editor con los autores, pueden ser actitudes que provoquen que, en siguientes etapas, se tomen malas decisiones o que se generen roces ya sea con los autores o los colegas. Deben seguirse correctamente los distintos procesos internos antes de comunicar las acciones que se tomarán o comprometerse a llevarlas a cabo sin haber consultado con los demás responsables de la editorial.
Asimismo, es fundamental hacer un correcto uso de la información que se haya obtenido para que la publicación satisfaga necesidades del mercado. En ocasiones pueden encontrarse obras que aparentemente están adelantadas a las necesidades del mercado. De ser así, el editor debe estar completamente seguro de que el nuevo libro o nuevo catálogo tienen el suficiente valor como para ser el primero en ingresar a un nuevo campo.Como conclusión de las ideas anteriores, se puede afirmar que un libro con un tema correcto, una extensión adecuada, un mercado grande y accesible, un precio que se ajusta al mercado, ventas estimadas que permitirían alcanzar las ganancias pretendidas y un contexto cuidadosamente analizado, está en condiciones de ser publicado.
Y para finalizar, el consejo de Davies es que los editores sepan qué se espera de ellos, la cantidad de títulos que deben adquirir por año y/o los ingresos que deben lograr. Es decir, repartir tiempo, esfuerzo y recursos, siempre atentos a detectar obras especiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario