Por
una recomendación, decidí ir a Guanajuato. Era un fin de semana muy concurrido
porque se estaba llevando a cabo el festival Cervantino, un festival anual muy
reconocido y que atraía a multitud de jóvenes. Como solo podía pasar un día en
esa ciudad, decidí perderme entre las callecitas zigzagueantes.
Entre
tanta mercadería ofrecida en mercados, negocios y mantas y tanta gente
recorriendo de un lado a otro, encontré un lugar en el Jardín Reforma dedicado a los libros donde no
solo disminuía la cantidad de gente si no también (y mágicamente) el ruido.
Este
espacio tenía como entrada una (en mis palabras) sección que se llamaba
"El callejón del libro". Era una pequeña feria de libros al estilo
Plaza Italia, armada sobre una amplia rampa de acceso al jardín. En él se
encontraban libros usados y nuevos pero casi ninguna novedad. Pasando los
puestos de los libreros me encontré con un autor español que estaba vendiendo
sus libros. Se trataba de Pablo Paniagua, un escritor más conocido en Internet
por sus blognovelas, que luego empezó su camino editorial a través de créditos
que el gobierno del estado de Guanajuato le daba para editar un ensayo y una
novela. En la interesante charla que tuvimos me contó cómo empezó su trabajo en
España, cómo continuó al establecerse en México y cómo era su proceso de
edición, ya que él mismo realizaba el trabajo de editor y diseñador. Me relató
que algunos de sus lectores cumplían el rol de correctores de estilo y de pruebas
y también hablamos de los problemas que notó al tener los libros terminados; me
mostró algunos libros que no le habían gustado ya sea porque los márgenes se
establecieron mal, otros que habían sido mal guillotinados, y otros en los que
el lomo de la tapa no coincidía con el lomo real del libro. Así
y todo eran libros de buena calidad, y Paniagua estaba orgulloso de su trabajo.
Como
etapa final de este paseo tuve una linda y extendida charla con promotores de
lectura mexicanos, en un "Paralibros". Haciendo alusión a las paradas
de colectivo llamadas "parabús" y con el fomento de la Dirección General
de Publicaciones de México, se lanza esta forma singular de acercar libros a la
sociedad, instalando paralibros en parques, plazas y espacios públicos. Este
parabús, al igual que otros, estaba equipado con 365 libros y era atendido por
dos mediadores de lectura que brindan asesoría y préstamo de libros a
domicilio.
Los
promotores me comentaron que en México existen 320 Paralibros en servicio pero
lo más importante es que este tipo de instalaciones y programas no solo acercan
la cultura a la sociedad sino que también favorecen la socialización entre
familiares y vecinos y promueve el rescate de los espacios públicos.
Así
como se creó el paralibros, se crearon otras formas de acercar la cultura
escrita, promovidas por la
Conaculta. Una es el "librobici". Similar al
biblioburro, estos vehículos manejados por mediadores voluntarios llevan 130
libros a diferentes zonas. Si bien empezó para prestar libros a aquellas personas
que esperaban en la zona fronteriza de Tijuana hacia Estados Unidos,
actualmente también se encuentra en zonas como Baja California, Sonora,
Chihuahua y Coahuila.
Otra
implementación para acercar los libros a la gente son los Centros de lectura y
formación lectora, donde se da acceso a la lectura en diferentes soportes:
herramientas tecnológicas y rutas virtuales. Y además de ser una biblioteca
normal con 600 títulos, estos centros también cuentan con Internet gratuito,
dispositivos para libros electrónicos, videoteca y estación de radio para
escuchar cuentos, radionovelas y leyendas.
Por
último, pero no menos importante, también existen Cabinas de lectura que se
instalan en espacios públicos. Se trata de módulos donde un mediador voluntario
narra un cuento en voz alta e invita a las personas que escucharon el cuento a
conocer otros libros.
Para
ser mediador y poder tener el apoyo del estado se estableció el Diplomado para
la profesionalización de Mediadores de Lectura, ofrecido por el Programa
Nacional de Salas de Lectura. Este diplomado es certificado por la Universidad Autónoma
Metropolitana de Xochimilco y sus 8 módulos se cursan de forma presencial y
gratuita.
Los
mediadores me comemtaron que durante este curso se ofrece una guía, puntos de
referencia y herramientas para que los alumnos realicen acciones de mediación
lectora y acompañamiento a los lectores de forma competente, innovadora y
creativa.
Si
bien siempre supe que era importante, durante los años que llevo cursando la
carrera no me había interesado mucho el tema de la promoción de la lectura. De
todos modos, conocer todas las acciones e ideas que se llevan a cabo en el
programa México Lee, despertaron mi interés en este tema.
Definitivamente
este mini tour al estilo "comercialización y promoción editorial"
tuvo éxito.
Paralibros del Jardín Reforma
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