martes, 10 de marzo de 2015

Comentario sobre Viaje al centro de la tierra

Pasó mucho tiempo sin subir nada al blog. Mucho trabajo (editorial, por suerte) y poco tiempo, pero... siempre hay tiempo para leer.

En uno de mis últimos ratos libres, paseando por Avenida de Mayo, aproveché una oferta y compré tres libros: Los lanzallamas, de Roberto Arlt; El arte de la guerra, de Sun Tzu (este lo compré por curiosidad, por ver que lo mencionaban en las notas al pie de varios libros de Administración de Empresas, Recursos Humanos y de decisiones estratégicas) y Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne.

¡Qué increíble nunca haber leído nada de Julio Verne! Todavía no lo puedo creer. Realmente me gustó mucho y tengo ganas de recuperar el tiempo perdido.

La edición que tengo de Viaje al centro de la tierra es de Terramar Ediciones, impresa en el 2008. Recuerdo que tuve que decidir entre la edición que compré y otra con una ilustración distinta en la tapa y con un papel de un matiz distinto. ¿Es posible que se trate de la misma edición? Esto me genera dudas. ¿Una misma edición puede tener distintas cubiertas? Mmm... lo dudo. Tal vez se trató de una reedición. Me queda de tarea averiguarlo.

En cuanto a la edición que tengo en mis manos, puedo decir que me gusta que se hayan incluido secciones que nos permiten (a los lectores) ubicarnos en el contexto de la historia y de la vida de Jules (llamémoslo por su nombre real; antes se castellanizaban todos los nombres, ya no).

Para los que recién conocemos el trabajo de Verne, es de ayuda contar con esa biografía del autor y con la explicación de la obra y su contexto. Sin embargo, no estoy del todo segura de si correspondía que esas secciones estuvieran ubicadas como páginas preliminares. Tal vez (por lo menos en mi opinión personal) hubiera sido mejor incluirlas como páginas finales, para poder conocer toda esa información luego de leer la obra.

Algo que me llama la atención es el tema de la traducción. ¿Por qué no está el nombre del traductor? Aunque la obra pase a dominio público deberíamos conocer el nombre del traductor. Realmente el trabajo de traducción de la obra es admirable y debe ser reconocido tanto como el del escritor. No por nada los traductores tienen sus propios derechos.

En cuanto al texto, veo que fue escaneado. De los mejores textos escaneados que vi hasta ahora, pero igualmente en algunas palabras se visualizan algunos errores, como por ejemplo que la letra m reemplaza a las letras r y n cuando están juntas (no está bueno que ese error se visualice en el nombre del autor).

También noté, y me extrañó, el hecho de que faltan signos de exclamación e interrogativos de apertura y que, incluso, los signos que se utilizan muchas veces no son lógicos. Puede ser que esos signos se encuentren en la obra original, pero no deja de llamarme la atención. Como correctora, hubiera consultado con el editor para corregirlo y utilizar los signos como corresponde en la puntuación en español.

Lamentablemente ya son varias las traducciones de los clásicos en las que encontré estas situaciones. Ojalá las editoriales comiencen a invertir en la revisión de textos escaneados. Los lectores son grandes detectores de errores.

Para terminar quiero comentar que considero que la encuadernación en binder fue apropiada para esta edición que no es muy extensa.

Disfruté muchísimo la historia de Axel y del profesor Lidenbrok, aunque tengo que aceptar que me da pena ver cómo quedó el libro después de haber sido sacado y metido de la cartera en cada viaje, cada espera y cada minuto libre, durante semana y media. Los próximos libros de Jules Verne que me compre van a tener el mismo destino.